La Casa-Cortijo El Madroño ha estado dedicada en su mayor parte a una explotación agrícola desde 1890. Actualmente se ha rehabilitado para toda clase de actos sociales, en un entorno privilegiado, rodeados de la campiña de Martos entre miles de olivos. Es una edificación compleja con varios patios comunicados entre si por medio de portones artísticamente adornados. Como en otros muchos cortijos andaluces de la época, disponían de un molino de aceite, pajar, cuadras y lugares para guardar la maquinaria y aperos de labranza. La entrada al cortijo es a través de un portón que esta rematado con una cruz. También puede verse un nicho que contiene el escudo de la familia situado sobre el arco de la puerta.
El cortijo esta perfectamente habilitado para realizar todo tipo de eventos. Muy cerca, en el término municipal de Martos puede realizarse un paseo inolvidable por los Olivos Centenarios del Olivar del Llano de Motril con más de 5.000 olivos con una vida media de 500 años.