En el extenso olivar de Martos, con más de 1.500.000 olivos en aproximadamente 21.900 hectáreas de olivar del término municipal, según los criterios establecidos al efecto en la publicación “Olivos monumentales de Andalucía”, de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía (año 2004), se halla “La estaca grande”, “Los olivos de La Candonga” y “El estacón del Chinche”.
En ambos casos, la singularidad está referida al tamaño, la producción y el interés histórico o cultural que presenta el árbol.
La Estaca Grande es un claro ejemplo de la unión natural y sentimental de los marteños y marteñas con la vida y la historia del olivar.
Este árbol de gran tamaño, que mide más de ocho metros de altura, está compuesto por tres pies cuyas peanas superan los cuatro metros de perímetro. La Estaca Grande tiene una edad aproximada de 300 años y se encuentra situada a unos 450 metros de la Vía Verde del Aceite, justo en el paraje denominado Cañada del Abandonado. Aún hoy en plena producción, vio nacer a la abuela del actual propietario, dando cobijo a su familia durante la Guerra Civil. A lo largo de este trágico periodo, su generosa copa albergó a amigos y familiares durante los bombardeos y sirvió de techo, cocina y lugar de costura. En reconocimiento a su enorme hospitalidad, La Estaca Grande se ha convertido merecidamente en un miembro más de esta familia.
“La estaca grande” es también el título de un cuento infantil integrado en la colección “Cuentos de árboles gigantes”, editado en el año 2011 por Bosques sin fronteras, con ocasión de la celebración del Año Internacional de los Bosques. El texto es de Susana Domínguez Lerena y las ilustraciones son de Carolina Aloy Martínez.
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